¿Os acordáis de la broma de los problemas intestinales en el ascensor? Pues esta es algo similar, pero sucede en un espacio abierto y tan solo el sonido alerta a los transeúntes de que este señor sufre de unas incontenibles flatulencias.

En general, solemos contener las flatulencias por vergüenza y porque nos han enseñado que es algo que no deberíamos mostrar en público. Por eso, nos asombra tanto que alguien por la calle las suelte sin pudor alguno. ¡Incluso levantando una pierna!

No te pierdas este vídeo y cuéntanos si alguna vez has vivido alguna situación similar. ¿A ti te avergüenzan tus ventosidades?