Es común observar cada día como personas de nuestro entorno, o nosotros mismos desechamos aparatos electrónicos porque se han quedado inservibles o porque se adquiere un modelo nuevo que potencia las características del que se poseía anteriormente. Teléfonos móviles, televisores, tablets o electrodomésticos, ningún campo tecnológico se queda al margen de esta renovación, generando millones de toneladas de basura tecnológica o e-waste que deben ser eliminadas.
E-waste: el principal problema del avance tecnológico
En este punto, un reciente informa de Betway casino online pone de manifiesto la difícil situación que surge de este binomio entre compra y eliminación de aparatos tecnológicos. El e-waste se ha convertido en un problema de primer orden mundial en materia medioambiental, ya que 44,7 millones de toneladas de esta basura de nueva generación no es una cifra banal, sobre todo cuando no se quedará ahí, y según como muestran todos los indicadores seguirá ascendiendo de manera ostensible hasta llegar a mediados de siglo en cifras cercanas a los 120 millones de toneladas.
El reciclaje debe ser la medicina para tal generación de residuos electrónicos. El 20% del total generado es una cifra muy pequeña para poder preservar al medio ambiente de la contaminación como consecuencia de metales pesados como el plomo o el borio presentes en números chips que componen estos dispositivos. Hacen falta medidas valientes para que prácticamente la totalidad de esta basura electrónica tenga el final deseado, para también garantizar la salubridad del ser humano.
Desde el último ciudadano de los países del desarrollados, hasta el mandatario más poderoso debe tener conciencia de lo que está en juego. Un planeta que da síntomas de resentimiento por la acción humana, a través de un cambio climático acuciante que trae consigo numerosas tragedias, dejando zonas de la tierra devastadas por completo.
La basura electrónica puede ser el pilar que tire todo por la borda, viendo las cifras de facturación de las empresas encargas de la creación de estos elementos tecnológicos. Las ventas van a seguir creciendo, y es el punto de inflexión en el que el reciclaje se hace más vital que nunca para preservar los ecosistemas para las generaciones venideras.