El karma puede hacer acto de presencia en el momento más inesperado, sobre todo si carecemos de paciencia. En este caso, el karma ha sido instantáneo y no se ha hecho de rogar para este coche que sufre las consecuencias de su impaciencia.
El karma puede hacer acto de presencia en el momento más inesperado, sobre todo si carecemos de paciencia. En este caso, el karma ha sido instantáneo y no se ha hecho de rogar para este coche que sufre las consecuencias de su impaciencia.