Tener un hijo es una experiencia inexplicable. Cuando llega al mundo, sus manitas cogiendo tu dedo o su primera sonrisa, son momentos que no se pueden explicar. Sin embargo, con el paso de los meses, tu hijo se convierte en un investigador de la vida y no deja de investigar cómo funciona todo lo que le rodea, ¡incluso a su propia madre! Hace unos días ya te presentamos las cosas que es mejor que nunca enseñes a un bebé.

Hoy te mostramos este divertido vídeo de Supergracioso donde verás lo difícil que lo tiene una madre primeriza para poder echarse una siesta.