Si tú estuvieras en un barco y, de repende, vieras aparecer al gran tiburón blanco ¿qué harías? Lo más probable es que te quedarás quieto, «cagadito de miedo», ¿verdad? Pues existe en el mundo un hombre muy valiente que decide acercarse al tiburón y acariciarle el morro, como si de un perrito se tratara. ¡Alucinante!
En Supergracioso nos hemos quedado alucinados al ver cómo el tiburón, rompiendo con todo pronóstico marcado por Hollywood, mostró su faceta más amigable al pescador dejándose acariciar amablemente. Eso sí: ¡los dientes siguen siendo espeluznantes!
El hombre que acaricia a los tiburones