Cuando a un niño le entra la rabieta los adultos son capaces de hacer de todo para que se calmen: hablarle bajito, intentar hacerle reír, cantar una canción animada… Pero si el niño se cuadra, ¡no hay tu tía! Y entonces es cuando sacan una de esas caras de enfado que, por mucho que quieras ignorar, es imposible que te aparezca una enorme sonrisa.
En Supergracioso adoramos a los niños ¡pero aún más cuando arrugan su frente y ponen cara de enfado! Porque por mucho que intenten mostrar su cara más fea, ¡siguen siendo adorables! ¿O no? Mira a estos niños enfadados y cuéntanos si no te los comerías a besos…