El instinto de las madres es increíble. Hacen todo lo posible por mantener a salvo a sus hijos, sea como sea. En este caso, una madre gata salta una barrera que separa una habitación de otra. Pero, ¡su gatito se queda atrás!
La madre pacientemente espera y ayuda en todo lo que puede a su pequeño retoño y, cuando este logra estar al lado de su madre, ¡lo recibe de la mejor manera!